En plena Gran Vía de Bilbao ya se puede comprar vino a granel. Y de calidad. La larga experiencia de los enólogos Pepe Hidalgo y Ana Martin les animó a arriesgar y a materializar en octubre de 2012 un proyecto con el que soñaban des de hacía tiempo. “Hay que volver a que la gente tome vino”, sentencia Ana. Y con esta premisa y mucho coraje para como andan los tiempos –el consumo de vino es de 17 litros por persona al año en España-, Bodega Urbana ha abierto puertas después de observar el desarrollo de iniciativas similares en el centro de París o de Nueva York. Se define como una taberna, un despacho de vino y comida en el corazón de Bilbao: “Aquí es muy habitual salir, alternar y tomar vino, pero la gente pide un crianza, un Rioja o un verdejo, poco más. No se tiene en cuenta el vino que le sirven”, cuenta. Y ahora tienen la oportunidad de saber.
“Para vender vino hay que hacer cultura”. Así de rotunda se muestra Ana, que lideró la puesta en valor del txacolí en el País Vasco a principios de los 90. Ahora todo el mundo lo adora, pero en los inicios se trabajó duro para prestigiarlo. Su batalla se libra ahora en otro terreno. Se desvive para ampliar el conocimiento del vino y para ello ha instalado 10 depósitos de acero inoxidable que contienen vinos de distintas variedades, con capacidad de 400 litros cada uno. El cliente puede tomarlo en la bodega o llevárselo a casa. Realizar un coupage u optar por un monovarietal. Y contará siempre con la ayuda de la sumiller que regenta Bodega Urbana. “Todas las variedades van acompañadas de una hoja informativa para que el cliente sepa qué está comprando”, comenta Ana. Cada botella, con tapón de rosca, botella de vidrio y etiqueta con registro, sale a 5 euros. “No queremos que el cliente se pegue un susto, lo de los vinos a 80 euros se ha terminado, el mundo que hemos vivido va a cambiar, el precio debe ser justo”, añade. Los más sofisticados pueden si quieren personalizar la etiqueta.
El vino a granel de Bodega Urbana es “joven y fácil, suave, muy rico, entra bien” y, según Ana, el consumidor lo agradece. Muestra de ello es que el primer depósito de syrah se ha terminado en dos meses y medio. La syrah es una variedad que está de moda, pero en Bodega Urbana se puede escoger entre algunas más: mencía, albariño, cabernet sauvignon, merlot, godello, sauvignon blanco y tempranillo. De los mejores viñedos que han sabido seleccionar ambos enólogos, a fuerza de viajar, entender y catar.
Y catar es justo lo que puede hacer el cliente antes de llevarse el vino a casa. “Yo siempre he entendido el vino para disfrutarlo y me daba miedo que no continuara así”, cuenta Ana, más aliviada tras hacer realidad un sueño. “No es justo que cuando el vino es de más calidad, baje el consumo. Algo hacemos mal, además de las medidas del Gobierno que no nos favorecen casi nunca”. Con la idea de acercar el vino al cliente, Bodega Urbana intenta dar la vuelta a la forma como se consume y ha ideado unos kits para realizar mezclas a domicilio que han tenido gran salida como regalo en Navidad.
Sorprendidos por el éxito de la iniciativa y la repercusión que han tenido tras la publicación de un artículo en el blog del Comidista, Mikel Iturriaga, Bodega Urbana cuenta con una clientela fidelizada. Parejas y grupos de jóvenes alrededor de los 30 copan las mesas y empiezan a ser protagonistas de las mezclas de vino a granel, que es de calidad por la tecnología que usan en el transporte y la conservación.
“Estoy contenta porque vamos trazando el camino que veíamos. Vamos por muchas bodegas a seleccionar graneles, llevamos más de 30 años en este mundo y compramos donde queremos, la garnacha pues en Aragón o en la Mancha. Pero también tengo riesling y vamos a hacer cosas distintas para que el cliente no se aburra. También chardonnay”. Ana relata entusiasmada su proyecto y mima, además de los depósitos, las estantería de botellas de pequeños productores para los que comercializa vinos singulares y muy seleccionados. También es un espacio cuidado que busca sorprender al cliente y que trata de acabar con la coletilla del “yo no entiendo nada de vinos”. Para ello van a desarrollar una estrategia importante en la red – con blog, facebook y twitter- y en breve estará disponible la tienda on line para que cualquier cliente pueda crear y consumir su propio vino a través de la red.
Vi
“Me agradó mucho la primera mezcla de variedades que hicimos. Un empresario de Bilbao vino antes de Navidad para seleccionar el vino para la compañía y estuvimos catando el coupage de mencía, merlot y syrah, entre jamón y quesos. Lo pasamos genial, además ellos entendían de vino”.
Moments
“Cualquier momento acompañado de gente que disfrute del vino, que pueda crear y conocer a la vez, pero siempre en un estado relajado”.
Persones
“La cata es muy subjetiva. Pero si tomas con alguien algo especial le haces partícipe de tus mismas sensaciones, las compartes, gusta”.
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Bodega Urbana
GRAN VÍA 66, 48000 Bilbao, Spain
http://www.bodegaurbana.com/blog/
@bodegaurbana1
facebook.com/bodegaurbanabilbao
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